Alguien
¿Nunca has querido consolar a alguien y no has podido? Lo intentas: haces chistes, le abrazas, le besas y consuelas, le animas... Intentas hacer que su sufrimiento vaya a menos. Y cuando crees que está todo perdido buscas la razón de su sufrimiento. Tu mente trabaja a toda velocidad buscando el porqué de su llanto, de su tortura. Pero ahi no termina, no se queda todo, porque ni siquiera alguien sabe qué le pasa. Y te das cuenta. Las piezas del puzzle encajan, y no quieres admitirlo: gritas, lloras y lo niegas. Pero es cierto, doloroso pero cierto. Tú eres la culpa de su sufrimiento, tú, la pesona que le amas. Y no queda otra opcion mas que resignarse y apartarse. Y alguien te preguntará porque te vas, cual es el motivo de tu sonrisa melancólica al decirte que te marchas. Alguien llorará, e incluso rogará que no te marches. Pero no, sabes que le haría más daño, pero no se ha dado cuenta todavia. Porque le amas, y sabes que este sacrificio y dolor a la larga le hará feliz. Y