En busca de una oportunidad o a robar nuestra vida...

Hoy en día está muy en auge el tema de los refugiados.
Sea porque la guerra les obliga a venir a Europa, sea porque los periódicos o gobiernos se les va de las manos el tema a veces.
Este año estuve 3 meses fuera de España realizando unas prácticas Erasmus en Alemania. En la zona este, para ser más concretos. Es curiosa cómo cambia la mentalidad si el que sale es el compañero, familiar, amigo que tenemos a nuestro lado y el cambio de percepción si el que viene es desconocido.
A lo largo de esta estancia en el extranjero, nadie cuestionó mi honradez, nadie me miró raro por no hablar el idioma principal del país (me lancé a la aventura sin saber más que un danke, sí, quería llegar lejos).
En ningún momento sentí rechazo por la gente de allí. Es más, mis compañeros de piso, ambos alemanes me acogieron con los brazos abiertos, compartieron sus comidas (en las cenas era más raro pillarles) e incluso alguna excursión o salida conmigo. Una suerte de personas.
Y resulta que regreso a España y no paro de escuchar comentarios de lo más curioso. "Es que vienen a quitarnos nuestros empleos" "no te puedes fiar de ellos, sus costumbres no son las mismas que las nuestras y no quieren acomodarse", yo casi los clasificaría de racistas.
Ojo, que regresé, pero si hubiese podido me hubiera quedado allí trabajando un par de años. "Quitándoles sus empleos", "sin acomodarme a sus costumbres". Yo hubiera mantenido mi buena costumbre de cocinar con aceite de oliva, de los horarios de comidas alterados, de los cinco o diez minutos de tardanza típicos. Que sí que son tonterías, pero no iba a ceder en muchos detalles seguramente.
¿Y eso nos hace peor? La diferencia de culturas no es mala. Creo.
No excuso ni quiero hacerlo, es más que evidente que hay costumbres y costumbres. Que cualquier persona extranjera no tiene porqué cambiar sus costumbres por moverse a otro pais. De hecho estoy bastante segura de que ello enriquecería mucho nuestra forma de vida.
¡Qué poco hubiese aprendido yo y qué poca diversión hubiese tenido con mis compañeros y los choques culturales que tuvimos si me hubiese limitado a borrar mis costumbres!
Lo que sí creo que habría que eliminar es todo comportamiento homófobo, machista, racista o que falte mínimamente al respeto del que te rodea. Pero es que esto, que parece tan básico y tan obvio no es algo que se tendría que explicar o repetir a nadie. 
Y mucho menos que nos pillen a nosotros en ninguna falta de respeto a los demás. ¿A que sí?
Lo dicho pues, tu libertad acaba donde comienza la del otro.
Nos leemos,

Martukya

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